La ISO 9001 es el estándar internacional que especifica y avala los requerimientos del Sistema de Gestión de la Calidad (QMS).
Las organizaciones acreditadas con este estándar cuentan con capacidad probada para ofrecer productos y servicios de total confianza y fiabilidad, de acuerdo con los requisitos regulatorios y, por supuesto, con las exigencias del cliente.
La ISO/IEC 17025 es el mayor estándar de Sistema de Gestión de la Calidad y la referencia principal para los laboratorios de calibración y ensayo.
Las organizaciones acreditadas con este estándar pueden probar su capacidad para cumplir los requisitos de competencia, imparcialidad y consistencia de operación entre otros, independientemente del tamaño del laboratorio, de la cantidad de empleados o del tipo de industria.
La acreditación ISO 17025 de la ENAC confirma la competencia técnica del laboratorio y garantiza la fiabilidad en los resultados de los ensayos y calibraciones, de acuerdo con la Norma ISO/IEC 17025.
Por otro lado, hay empresas que ofrecen certificación ISO 9001 (que es la confirmación de que han establecido un sistema de gestión de la calidad conforme a ciertos requisitos), pero no incluye el contenido técnico para mostrar que los datos de la calibración sean fiables.
Nuestra empresa cuenta con ambas acreditaciones: la ISO 17025 y la ISO 9001.
Gran competencia técnica, prestigio y confianza, ya que se ven sometidas a evaluaciones muy rigurosas, conforme a las normas internacionales.
Y, además, solvencia técnica y reconocimiento en más de 100 países.
La acreditación reduce los riesgos de daño o defecto del producto.
La acreditación es un aval de seguridad jurídica, ya que actúa con la diligencia debida.
Los productos acreditados por la ENAC aportan fiabilidad y reconocimiento, lo que además transmite confianza.
Y además implica ahorro y eficiencia, al no tener que someter el producto a otras pruebas.
Ser un mecanismo internacional aceptado por todas las entidades reduce costes, ya que permite concentrar recursos y coordinarse con las autoridades de manera continua.
Además, facilita el uso de nuevas técnicas de regulación, favoreciendo la autorregulación y asegurando a su vez su fiabilidad.
Por último, al ser una acreditación europea permite la armonización y compatibilidad internacional.